
Tras mi último post en Instagram, alguien me preguntó : ¿Es la primera vez que vuelas? No es la primera vez. Últimamente vuelo muy a menudo.
Se extrañaba de que publicara una foto borrosa de un trozo de la costa de Málaga vista desde el avión mientras me alejaba de lo que era y sentía como mi hogar, si es algo que estoy acostumbrada a ver.
¿Aún te impresiona? Si, aún me impresiona ver la tierra y el mar desde el aire. Tan minúsculos y tan inmensos, tan lejanos.
Como me sigue impresionado ver una puesta de sol, una flor, un árbol, escuchar una música, conocer a alguien sensible o inteligente, una pintura, un libro, el amor en todas sus formas, la tristeza, el entusiasmo, hay muchas cosas que me impresionan, aunque me encuentre con ellas a menudo.
Porque somos física y química. Tenemos cinco sentidos, o seis… Una amígdala en el cerebro que nos permite emocionarnos, un timo cerca del corazón que se ensancha cuando esto ocurre, hormonas que cambian nuestro organismo, también a causa de las emociones, y todo esto es una forma de que nuestra alma se manifieste.
De esta forma, la mayoría de nosotros podemos concluir que la vida vale la pena.
No sé qué pasará con ese alma cuando yo me vaya. Hay quien dice que desaparece todo. Yo pienso que ese alma es una de esas cosas que no comprendemos, de las que no sabemos nada. No sabemos nada de la vida, aunque jugamos a saber.
Hace poco me quedé maravillada al mirar una imagen en Facebook. Eran líneas y dibujos repetitivos, una especie de pintura abstracta con muchos colores. Había que mirar la imagen durante unos segundos y desenfocar la vista hasta conseguir ver algo diferente. Al principio, no pasó nada y de pronto, apareció una espada y una manzana cortada por la mitad, en 3d, totalmente clara. Es un fenómeno llamado visión aural, que explica la transergética. Y me impresionó pensar que nuestros ojos pueden llegar a ver cosas que normalmente no están acostumbrados a ver, solo cambiando la forma de mirar.
Si nuestro sentido de la vista tuviera otro sistema, veríamos cosas que no vemos ahora o veríamos las cosas que vemos, de forma diferente. Lo mismo ocurre con los demás sentidos. Y con nuestra mente, tan primitiva y tan limitada. Podríamos llegar a pensar y comprender cosas que en este momento somos incapaces de entender.
En fin, que volando en un avión a través de las nubes, un pensamiento se encadena con otro y hoy, en este momento, tenía ganas de compartir que no pongo límites a mi imaginación. Creo que todo es posible.
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