
A veces mi cerebro está ávido de sensaciones y todos mis sentidos se ponen alerta. De pronto estoy flotando en el tiempo y el espacio. Me siento totalmente feliz y agradecida por vivir este momento. Quiero guardar imágenes, colores, sonidos, olores en una caja imaginaria que pueda abrir a mí antojo en cualquier otro momento de mi vida que sea triste o aburrido.
Estas sensaciones de placer no tienen una razón lógica por si solas. Hay belleza, pero más subjetiva que objetiva. Creo que son como déja vues de esta vida o de otras pasadas. Otros lugares, otras épocas, otras edades. Pueden ser recuerdos de estampas imaginadas leyendo un libro o soñando con el futuro.
Hojas de otoño cubriendo el suelo, cielo gris, pequeñas gotas de lluvia cantando su canción ritmica, bicicletas, el sonido de los mirlos en el atardecer
Deja una respuesta