Los seres humanos queremos controlar los acontecimientos. Planeamos, decidimos, trabajamos en una dirección. Y nuestra vida adquiere sentido.

Los problemas vienen cuando tenemos expectativas.

El Tao Te King nos dice que aún la piedra más dura será sometida finalmente por la sustancia más blanda, el agua.

El agua que fluye por el río va desgastando incansablemente las piedras, porque esa es su naturaleza. Y siendo fiel a su esencia, alcanzará aquello que parecía imposible.

La expectativa del resultado sume al hombre en un estado de ansiedad, de impaciencia, de frustración.

Muchas veces caminamos contra corriente, sin darnos cuenta de ello. O queremos forzar los acontecimientos, sin darle tiempo al agua a desgastar la piedra.

Estamos demasiado condicionados por mostrar nuestro valor, cuando seríamos más felices confiando en nuestra propia naturaleza como el agua, siguiendo nuestra sabiduría y el curso del río.

El enojo surge cuando permites que tu ego se inflame con expectativas incumplidas. No tengas expectativas. Entonces, vendrán las respuestas.

Se sincero con tu naturaleza interior. Estás aquí para realizarte. Los demás tienen que realizarse a sí mismos. Ellos también tendrán expectativas con relación a tí. Y con ellas pueden ahogar las tuyas. Y tus expectativas en relación a los otros te harán desgraciado a tí y a los otros.

Ser tú mismo es lo acertado. Lo fácil y sencillo es lo acertado. Aquello que te hace feliz es lo acertado.

Las semillas no se resisten, la lluvia sucede en el momento oportuno. El pollito rompe el huevo cuando es su momento. Esa es la sabiduría del Universo.

Medita, conócete, escúchate y vive según tu sabiduría interior.